El Condominio Acero: ¡Un antecedente Regio!
Visitando Monterrey, no puede uno evitar buscar los enormes edificios de la Macroplaza; frente a Catedral resalta uno con muchas ventanas y detalles en bermellón, negro y plata combinados en una construcción ya con sus años. Me acerqué y busqué el nombre, claro, inmerso en una ciudad heredera de la industria metalúrgica, un llamativo edificio así tenía que llevar el nombre de un metal: Acero. Y esto es curioso porque casi toda su vida se le ha llamado Condominio Acero, pero se llamó "Edificio Banco Popular" por menos de un año, un nombre que no respondía a una obra así pero el cambio se debió a exigencia de banqueros regiomontanos por una queja de competencia desleal que provocó el cambio de nombre a Condominio Acero Monterrey.
El Condominio Acero fue el primero en todo el norte del país, el más alto y un signo arquitectónico regio, para la realización de este edificio se emplearon principalmente componentes como cristal y acero, simbólicospilares de una industria que forjara a la Sultana del Norte.
La obra inició el 10 de mayo de 1957 y fue inaugurado el 9 de noviembre de 1959, es una obra pionera que tuvo como móvil la necesidad: se proyectó porque no había espacios para oficinas, las empresas rentaban viejas casas, comenzaron a escasear los espacios aún más e incrementaron el precio de los arrendamientos para vivienda.
Para conservar la línea de la ciudad se planeó con 10 pisos y dos sótanos, pero terminó siendo un edificio de oficinas con 20 pisos y dos sótanos, 300 despachos y 131 lugares de estacionamiento. Con Mario Pani Darqui como arquitecto autor del proyecto, resultó inevitable el aire de arquitectura moderna en la ciudad por las influencias europeas de Le Corbusier, traídas por el famoso urbanista.
Su importancia fue reconocida por el Senado de la República en el año 2003 en que fue declarado Monumento Nacional.
Para cualquier condominólogo es muy interesante ya que es el primer edificio construido en régimen de condominio en la ciudad de Monterrey y en todo el norte del país, siendo iniciativa de funcionarios de la Fundidora de Monterrey, que buscaban, y lograron, un símbolo de la industria regiomontana y recalcar la importancia de la industria del acero.
Su construcción obligó a la promulgación de la Ley de Propiedad en Condominio en el Estado de Nuevo León, al no existir en ese entonces inmuebles de esta magnitud en la entidad que apenas comenzaba a desarrollarse en esta materia.
Cuando vayan a Monterrey no duden en visitarlo.